La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

07 marzo 2007

Y la nada no existe; el cero no existe. Todo es algo, porque la nada es nada...
Víctor Hugo




3 Comments:

Blogger Matías said...

interesante reflexion...

4:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Habría que asegurarse un buen trozo de nada, de esa nada creciente que hay en el desierto de 'El Otoño en Pekín'.

4:50 p. m.  
Blogger Matías said...

en realidad, el cero si existe, es un punto que nos indica el equilibrio, un punto que marca el comienzo o el final, lo que no existe es el vacio, un conjunto que posea solo un punto, en este caso el cero, es un conjunto al fin, un conjunto que no posea nada, es un conjunto vacio por lo tanto no existe...

1:58 a. m.  

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