La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

30 octubre 2013

Yace un tres de espadas
abandonado sobre el pasto
entre rosales y jazmines
pasto pulcramente recortado
rejas pintadas de verde
barrio residencial
por un momento 
arrasado por la plebe
el aluvión zoológico
lo llamarán después
los que creyeron ganar.
Contempla absorto 
el tres de espadas
el paso sin fin del pueblo
alpargatas tristes pocos zapatos
voces de lucha pocas
más bien desazón y tristeza
cansancio cansancio cansancio
caminan los pies oscuros
para detener otros pies que relucen.
Quedó en el camino el tres de espadas
baraja incompleta
destino incierto
de las partes que faltan
abrieron camino los pies cansados
acalorados rebeldes
quién los hubiese adivinado capaces
de sumergirse en la fuente.