La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

29 octubre 2013

Prudencio Devia nacido en el año 1926
en la Estancia Cerro Blanco
hijo de india y puestero
crecido entre monte y piedra
obligado a temprana edad
a ganarse la vida
porque no era dueño
de algo más que su hambre.
Salió a los caminos Prudencio
después de años de boyero
orgulloso en su carro
al costado el filete que reza
soy loro pero no verde
va llevando tranquilo
el comercio por los campos.
Lunes y martes en la ciudad
las verduras del Abasto
talabartería y ropa de trabajo
conseguidos en Bilbao
rezagos del Ejército
frrazadas, ponchos y alpargatas;
telas de La Argentina
lencería de quién sabe qué gitana.
Miércoles, jueves y viernes
destinados al reparto
fiesta de mandarinas
en mi casa ese olor que no se acaba
calcula rápido los precios
Prudencio siempre nos gana
tres metros de tela 
a cambio de cuatro pollos
yo soy respetoso, niña,
mi mama me lo enseñó
ahora todos parecen guachos
trajo huevos esta semana niña
para usted busqué un mantel
ay don Devia qué memoria tiene...
Sólo sábado y domingo
Prudencio vive en su casa.