La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

06 junio 2013

Es mi corazón  un espejo trizado
cuando lo miro encuentro
en ese sitio mil ojos
miradas repetidas 
hasta quitar el aliento.
Transcurren los días, 
noches, sueños
un grito, alarido o beso
esos ojos no se mueven
han perdido los párpados
sólo son pupilas que brillan
repetidos puntos, fractales
que a la madrugada amenazan
con invadirlo todo
exigir la palabra
la respuesta justa
el porqué adecuado.

Sobre un espejo roto
se entrelazan vigilia y sueño.