La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

04 diciembre 2007

Acompaña mis viajes
un pequeño fantasma
transparente, quizá azul,
tal vez un poco pegajoso.
Él orienta mi mirada,
más allá del camino
me señala árboles,
me indica nubes,
a veces me regala lagartijas
o me presta bandadas blancas.

Cuando el sol ciega
o la noche se extiende,
cuenta historias extrañas,
de sus otras vidas,
de sus sueños viejos
y sus amigos duendes.
Aligera mis viajes,
aunque él no lo sepa
ni nadie lo vea
transparente y azul...


2 Comments:

Blogger franco said...

qué bonito

1:43 a. m.  
Blogger Matías said...

no se por que pero cuando leia esto me daban ganas de llorar...(esta bonito, solo que no se por que me paso eso) (igual no lloré)...

6:19 p. m.  

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