La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

21 agosto 2006

Malditos cabrones, banalizan todo, bastardean todo.
Son un rey Midas que transforma en mierda todo lo que toca.
No pueden hacerle eso a Dalí.
Deberían ser castigados, obligados a vivir entre su mierda por toda la eternidad.

2 Comments:

Blogger Matías said...

eso es muy personal como para ser sometido a critica...

1:38 a. m.  
Blogger Zauberlehrling said...

Avida Dollars... Dalí fue el primero en fijarse a sí mismo un precio.

5:01 a. m.  

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