La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

11 agosto 2006

El poder es impunidad, dijo una vez un empresario sumamente poderoso.
Le agregaría algo: es impunidad otorgada por una sarta de bufones cuya existencia transcurre a modo de satélites girando en torno al impune.
Bufones descartables, renovables, sin la menor idea acerca de lo que es la dignidad.
Ministros, legisladores, jueces, funcionarios.
Reciclables, abominables, execrables.
Bazofia pura.