La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

26 mayo 2006

La palabras son de lo más putas dice el pato en la clase
se desnucan los alumnos
qué falta de respeto a la sagrada institución de la educación
a las palabras hay que domarlas para que digan lo que uno quiere
hay que evitar que nos aplasten
qué está diciendo este perejil
yo le voy a contar todo lo que sé
lo aprendí hace años
l
os sonetos tienen 14 versos
la rima puede ser asonante o consonante
voy a escribir mi primer soneto
lo voy a deslumbrar
quiero hablar de amor
las palabras más jodidas son las palabras grandes
amor, vida, luz
te pueden cagar cualquier escrito
qué me va a enseñar este gilipollas
él no había nacido y yo leía a Rubén Darío, a Neruda y Almafuerte
mierda, las palabras se me escapan
no dicen lo que quiero
no encuentro la rima
me atacan
me entrego
No nací poeta.