La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

13 junio 2016

No hubiese adivinado
imaginado 
intuido ni  predicho
el padre de don Ildefonso
que destino de calle céntrica
su hijo tendría.
Quizá de haberlo sabido
otro nombre le hubiere puesto
más sonoro
más breve
más clásico:
Pedro, Santiago o Juan
pero l destino no avisa
el niño que nace
debe recibir un nombre
ese nombre para toda su vida
de la mano irán siempre
el hombre haciendo al nombre
el nombre indicando oficio
patria y profesión
Habrá jurado con voz sonora
digna del nombre que porta
habrá maldecido por lo bajo
o sonreído con malicia
don Ildefonso de las Muñecas
congresal en su ciudad
la que lo vio nacer
la que lo llevará en su calle
Ildefonso de las Muñecas Presente
Juro defender a la Patria
con mi vida la protejo
por mi vida la libertad