La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

06 agosto 2013

No entendés la metáfora, le digo,
y se queda frente a la pared,
en silencio
la mira como si fuese un espejo
pero sólo hay ladrillos
una grieta apenas marcada
y su sombra estrecha.
Sueña que hay un espejo
en el que puede verme ahora
yo estoy parada detrás suyo
y trata de aferrar mi imagen.
Estira su mano
y, lo sé, puede tocarme ahora, aunque
cuando me toca jamás lo hace con calma,
mas bien pareciera estar cayendo
y ahí estoy yo, la cuesta
que lo tira hacia abajo, y lo único que puede agarrar
con esas manos quietas
con esos ojos tan abiertos
que atraviesan la pared
que se hace espejo
en donde se refleja mi dolor
profundo
callado
blanco 
como una metáfora que dice

lo que ya no existe.